Cosas para ver: La Liga de la Justicia de Zack Snyder y Joss Whedon


AVISO: Esta reseña contiene un destripe, aunque uno tan anunciado que no creo que nadie realmente se lleve una sorpresa (está implícito en el cartel de arriba, por ejemplo), pero por si acaso hay algún extremista entre los lectores hago el aviso preliminar.

La Liga de la Justica continúa la trilogía iniciada por el Hombre de Acero y Batman contra Superman prácticamente donde nos dejó la anterior. El mundo está hundido por la desaparición de Superman, un símbolo de esperanza que ha inspirado al mundo entero, algo que viendo las películas anteriores resulta difícil de creer. De nuevo partimos del defecto que achaco a las películas anteriores de Snyder, requieren que demos por asumidas cosas que nunca nos muestran y que aportarían la carga emocional que falla en sus películas.

La primera escena de la película es un vídeo casero de unos niños entrevistando a Superman (Henry Cavill) tras uno de los rescates, donde al fin vemos al héroe sonreír, quizás incluso inspirar (es una pena que la escena quede un poco lastrada por el extraño efecto en la cara del actor, posiblemente para eliminar digitalmente la barba que este se había dejado en el momento de las nuevas tomas). En realidad el tiempo en pantalla del héroe de Metrópolis es bastante escaso, pero en sus pocas escenas le vemos ser más Superman de lo que fue en las dos películas anteriores.

Así tenemos también un Batman (Ben Affleck) que, por primera vez, se plantea el sentido de sus acciones en la película anterior, una serie de nuevos personajes que apenas tienen tiempo de desarollo  y una Wonder Woman (Gal Gadot) que , gracias al carisma de la actriz, sigue siendo de lo mejor de la franquicia, aún cuando no tiene mucho que hacer en muchas escenas. 

El humor está más presente también, aunque a veces falla completamente su objetivo y resulta forzado, ofrece algo más de ligereza que la película evidentemente necesita. Gran parte del humor procede del personaje de Flash (Ezra Miller) que se convierte en el payaso oficial del grupo, en contraste con el macarra Aquaman de Jason Momoa (que, sin embargo, tiene también sus momentos) o el trágico, y completamente desaprovechado, Ciborg (Ray Fisher).  

El guion recae en todos los tópicos de esta clase de películas, la amenaza global que requiere una serie de objetos para completarse, la horda de matones digitales, las disputas entre personajes, la estructura del viaje del héroe enterrada debajo de efectos digitales y escenas de acción algo repetitivas... nada sorprendente.

La película abandona en parte la estética oscura de sus predecesoras, el universo parece algo más dotado de luz y de color, pero la dirección de Snyder aún es visible en muchos encuadres y planos que parecen tomados directamente de las viñetas, como es su marca de fábrica. Resulta difícil saber cuanto del producto final procede de su director original y cuanto de retoques, decisiones y nuevas tomas añadidas posteriomente y puede ser fácil para los que no somos fans de su trabajo culparle de lo malo y negar participación en lo bueno. Hay momentos en que los insertos parecen obvios, hay tomas que rompen violentamente el encuadre o el  ritmo montaje para añadir una frase graciosa o de desarrollo de personajes. 

Por otro lado en la estética, y teniendo en cuenta el uso de conceptos del Cuarto Mundo, resulta un poco decepcionante la falta de referentes estéticos a Kirby. Los parademonios, Steppenwolf, las Cajas Madres,... se basan en los diseños más recientes de estos elementos, y aunque han sido retocados evidentemente desde el primer tráiler de la película siguen sin resultar satisfactorios para una visión más clásica. 

Eso si, comentario chorras para acabar la reseña, queda claro, de nuevo, que a Lois Lane lo de la identidad secreta de su novio le importa una higa.

En definitiva, una mejora frente a las anteriores pero quizás demasiado poco y demasiado tarde.


Puntuación: 5/10

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