Cosas para ver: Los Defensores (Temporada 1ª)

Netflix continúa trayendo a las pantallas domésticas series de superhéroes urbanos, situadas supuestamente en el universo Marvel pero que sólo tocan tangencialmente a este (las promesas de una mayor conexión se diluyen en esta entrega) Por fin deciden unir a los héroes, tras el paso de Luke Cage por la serie de Jessica Jones, en una única historia. 

El ritmo de la serie, así como el protagonismo de los distintos personajes, es irregular, No tenemos referencias a la cultura negra urbana de Luke (Mike Colter) y el gamberrismo y mala actitud de Jessica (Krysten Ritter) . El centro de la pista, y el corazón emocional de la temporada,  lo ocupa Matt Murdock - Daredevil (Charley Cox) aunque el argumento gire en torno a un Danny Rand - Iron Fist  (Finn Jones) que sigue siendo el personaje más flojo de este cuarteto. 

Los personajes secundarios de unos y de otros sirven poco más que para hacer coros en algunas escenas, y aunque sea agradable ver algunos cambios en las relaciones personales de nuestros héroes ninguno de ellos, ni siquiera los que tienen más tiempo en pantalla, Coleen Wing ( Jessica Henwick), Misty Knight (Simone Missik) o Claire Temple (Rosario Dawson), consiguen destacar durante la mayoría del metraje.

Al principio, los tres primeros episodios, los intentos de mantener un rato la atención centrada sobre cada uno de los personajes, aunque quizás no todas las tramas tienen el mismo interés, también se demora en exceso en la presentación de la anunciada villana principal de esta temporada, interpretada por Sigourney Weaver (por cierto, su personaje se llama Alexandra, que es también el segundo nombre de la actriz, de nombre real Susan Alexandra). 

Por el lado de los villanos, vuelven a aparecer enemigos ya vistos, como ya comentamos, en las series de los dos artistas marciales del grupo. Y aquí también el número de enemigos resulta contraproducente, ya que desvían demasiado la atención unos de otros o se limitan a formar parte del escenario en muchas escenas. Los planes de la mano por fin se desvelan y cabe decir que resultan un poco decepcionantes, creando una expectativa que no llega a cumplirse. De la misma manera el añadido de Sowande ( Babs Olusanmokun) parece justificarse únicamente para interesar a Luke en la trama, resulta algo desaprovechado. De la misma manera que con Alexandra, parece que crear este nuevo personaje resulta redundante, su papel podría haber sido perfectamente jugado por otros personajes ya conocidos (Bakuto, Madame Gao, etc.). 
Pero resulta difícil, sin embargo, hablar de esta serie, y justificar mi nota pese a sus errores, sin hacer un destripe ya que precisamente uno de sus puntos principales es el retorno de cierto personaje que no voy a nombrar pero que compensa el que otros queden en segundo plano.

Tardamos en ver a los héroes juntos y es una pena, por que son los héroes juntos los que dan los mejores momentos de la serie. Las puyas de Jessica, la química entre Luke y Danny o la renuencia de Matt a unirse a los demás, o compartir sus secretos, están bien escritas y permiten vislumbrar la posibilidad de una mejor historia cuando no haya tantas cosas que intentar contar a la vez.

Técnicamente la serie carece de la unidad estética que caracteriza a las anteriores, donde los colores del personaje servían como leit-motiv visual a toda la serie y a veces parece haber un verdadero choque de colores y de tonalidades entre el tono azul, frío, de los fragmentos de Jessica, el rojo de Matt y el amarillo y dorado que comparten Danny y Luke. Las luces de la policía iluminando algunas escenas parece expresar esta forma de combinar los distintos estilos de cada personaje.

El ritmo de los episodios, que siempre consiguen dejarte con ganas de ver el siguiente (o de ver la siguiente serie, maldito final), es de lo más interesante aunque en ocasiones se atascan en peleas que resultan en ocasiones repetitivas. 

Puntuación: 6/10

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