Cosas para leer: La puerta de bronce y otros relatos de Raymond Chandler

Esta es la primera reseña que dedico a la muy interesante colección de Letras Populares que ha lanzado la editorial Cátedra. Desde hace mucho las ediciones de otras colecciones de Cátedra han sido reconocidas por la calidad de su aparato crítico y de sus traducciones, por ello resulta de lo más interesante aplicar este mismo acercamiento a la “literatura popular”. Por ahora en la colección se ha tocado a algunos de los grandes nombres de la literatura pulp, como Robert E. Howard y H.P. Lovecraft si bien ofreciendo textos fácilmente disponibles en ediciones recientes. En este caso el tomo dedicado a Raymond Chandler es una rareza, tres relatos que rompen completamente con la parte más conocida de la obra del autor.

De los tres relatos que contiene el tomo los dos primeros, La puerta de bronce y El rapé del Profesor Bingo, son dos cuentos fantásticos; el tercero, Verano inglés, es una rareza de argumento criminal, aunque difícil de clasificar, que sitúa a su protagonista en un entorno británico pseudoaristocrático y enrarecido. Desgraciadamente ninguno de los tres relatos es especialmente bueno.

Los dos relatos fantásticos resultan burdamente anticuados, más propios de algún escritor victoriano menor que del mismo autor que creó un lenguaje propio para su Marlowe . Más que verdaderos relatos fantásticos se trata en realidad de humoradas, que pretenden ser irónicas sin conseguir tener gracia, y cuyo elemento sobrenatural es realmente menor y está pobremente tratado.

El mejor de los tres es La puerta de bronce que nos presenta a un pobre hombre que de forma inesperada consigue un "arma" con la que librarse de una esposa que le amarga la vida sin ser descubierto y que, sin embargo, una vez cumplido su objetivo no consigue la felicidad que esperaba. 

El rapé del Profesor Bingo  toca un tema similar en torno a la capacidad de desaparición y también los ajustes de cuentas de un hombre con su mujer y el amante de esta, aquí el tono humorístico resulta especialmente forzado y resulta fallida articulación del elemento sobrenatural con el género detectivesco con la aparición de un par de agentes de policía fuera de lugar. 

Respecto al tercero la principal sensación que provoca es de vacío, de total indiferencia por los acontecimientos en torno a unos personajes estereotipados.  Por supuesto aquí y allá hay muestras del oficio de Chandler, alguna descripción, algún comentario irónico que permite apreciar sus mejores cualidades pero cualquiera de estos relatos está muy lejos de hacer sombra a su producción más conocida. 

Pero como cabía esperar el verdadero valor del libro se encuentra, además de su valor meramente documental, en el interesante trabajo introductorio de Julián Diez que ocupa casi la mitad del volumen del libro. Este es un estudio no sólo literario si no también biográfico y que tiene a bien lanzar algunos comentarios sobre la historia de las revistas pulp, centrándose por supuesto en Black Mask y el género negro, pero tocando tangencialmente (por el tema de los relatos) el género fantástico.

En cuanto a su presentación la edición es correcta, con una  portada (realizada en base a una ilustración de Joe Orlando) que aunque llamativa está completamente disociada del contenido. Por lo demás el diseño es común a otros volúmenes de la colección, aunque en este caso primando los colores negro, blanco y rojo, además del dorado que comparte con otras obras de esta línea editorial. 

Se trata en conclusión de un libro innegablemente interesante, que nos ofrece una faceta nueva del autor y además contiene un interesante estudio crítico pero que (por los relatos en si mismos) tiene un valor más documental que literario. 

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